lunes, 25 de febrero de 2013

Sin pena ni gloria

La red carpet de los Oscar tuvo de todo, grandes desaciertos, errores pasables y alguno que otro correcto. Lo cierto es que en esta última edición no ha habido ni grandes sorpresas ni espectaculares estilismos.

Empezaré por las que más me gustaron:
Charlize Theron, que sin arriesgar demasiado consiguió brillar con luz propia.



Por otro lado, una de las protagonistas de la noche, con caída incluida  fue Jennifer Lawrence y un increíble vestido de Dior.


Otra de las que me gustó mucho y se salió de los colores nudes que en pieles pálidas resultan sosos, fue María Menounos, de rosa eléctrico.




Una de las pocas actrices que sorprendieron fue Samantha Barks, que llegó con un escotazo impresionante. Para algunos ha resultado excesivo, en mi opinión le sentaba genial y al no estar nominada podía salirse un poco de los cánones de la corrección. Y además, si lo firma Valentino, no se puede decir nada!

Para la fiesta post-Oscar, algunas se decidieron por un vestido corto como Diane Kruger  de Giambattista Valli, una elección acertada y cómoda. En el caso de Nina Dobrev, escogió un diseño de Naeem Khan muy favorecedor. 



Ahora es el turno de los looks más sosos, esos que no sabes si te gustan o no, simplemente están.



Sandra Bullock, de Elie Saab y Jessica Chastain, de Armani Privé.





Amanda Seyfried, que se ha empeñado en ocultar su cuello, ya veréis a qué me refiero más abajo, de Alexander McQueen; y Halle Berry, de Versace.



Y la otra protagonista de la noche, Anne Hathaway. Simple y soso, son las palabras que mejor definen su estilismo. En una noche que tenía que haber brillado, la actriz solo lo hizo por sus joyas de Tiffany, sin duda este Prada en rosa bebé no le favorece en absoluto con una piel tan pálida. 


Y por último, los mayores errores de la última edición de los Oscar:

Zoey Deschanel, que cual camaleón decidió camuflarse entre la pedrería de Valentino.



Amanda Seyfried, que continuó la noche sin cuello, de Givenchy.



Paz Vega, que además de llevar un peinado que le echaba 30 años encima; debió mirarse bien en el espejo antes de salir y es que la tela que le sobra en cuello y mangas debería haberla utilizado para el largo. 




 Y ahora, las peores vestidas, esas que ni su mayor fan podría verlas guapas:



Renée Zellweger, de Carolina Herrera y Nicole Kidman, de L'Wren Scott.




Nancy O´dell, que iba de Barbie Miss Estados Unidos y Salma Hayek, que no parece ella. 



Y Brandi Glanville, que no tiene solución, la mires por donde la mires. 



Y a vosotras, ¿qué os pareció la alfombra roja?


Besos!








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